Una detección oportuna puede salvar tu vida

Sensibilización

El cáncer es una enfermedad que afecta a una gran cantidad de la población mundial, un mal que puede afectar de forma drástica a cualquier parte de nuestro cuerpo, pero uno de los padecimientos más complicados y por lo tanto relevantes por el número de mujeres que lo sufren, es en definitiva el cáncer de mama, por el cual mujeres y familias se ven afectadas severamente.
• Según la OMS, cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica un cáncer de mama.
• El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre la población femenina.
• De acuerdo a las estadísticas, una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida.
• Una mujer muere en el mundo de cáncer de mama cada 53 minutos.
El año 2020 y 2021 han estado marcados por la pandemia del coronavirus que además ha venido a perjudicar el tratamiento de muchas y muchos pacientes con cáncer debido al colapso asistencial en los centros médicos y hospitales. Se ha provocado un temor por asistir a las revisiones debido a la preocupación por contagiarse de Covid–19; son tiempos en los que más que nunca debemos tomar precauciones y recordar la importancia de las revisiones periódicas para detectar a tiempo cualquier tipo de cáncer y prevenir esta y otras patologías.
Al ser el cáncer de mama una enfermedad que afecta demasiado a la población femenina, tanto en México como en el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa y promueve programas para la detección temprana del cáncer de mama. Y por lo tanto la OMS ha declarado al mes de octubre como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama.
Por eso y con el fin de contribuir en la causa, la revista Decisión de Empresario y los médicos que aparecen en el especial de esta edición, ofrecen sus conocimientos y espacios luchando para mantener el progreso en la detección temprana y atención del cáncer.

 

Factores de riesgo y prevención del cáncer de mama

DR. CÉSAR CÓRDOBA E.

En la actualidad después del cáncer de piel, el cáncer de mama es el cáncer que se diagnostica más comúnmente en las mujeres en los Estados Unidos. El cáncer de mama puede ocurrir tanto en los hombres como en las mujeres, pero es mucho más frecuente en las mujeres (relación 100 a 1). Las campañas para crear conciencia y la investigación, han permitido avanzar en el diagnóstico y tratamiento de este cáncer.

Los índices de supervivencia para el cáncer de mama han aumentado y el número de muertes continúa reduciéndose, en su mayor parte a causa de factores como una detección más temprana, personalización de los tratamientos y una mejor comprensión de la enfermedad. Los factores de riesgo son aquellos que incrementan la probabilidad de que usted presente cáncer de mama: Usted puede controlar algunos factores de riesgo, como beber alcohol, consumo de tabaco, peso corporal, actividad física. Otros, como los antecedentes familiares, son factores no controlables.

Cuantos más factores de riesgo tenga, más aumentará el riesgo. Sin embargo, no quiere decir que usted tendrá cáncer. Muchas mujeres que presentan cáncer de mama no tienen ningún factor de riesgo ni antecedentes familiares. Algunas mujeres tienen mayor riesgo (se calcula que del 5 al 10 % del cáncer de mama es hereditario) debido a ciertos marcadores genéticos. Los genes conocidos como BRCA1 o BRCA2 son los responsables de la mayoría de casos de cánceres de mama.

Actualmente hay maneras de saber si se cuenta con esta alteración de manera sencilla antes de presentar cualquier síntoma. Los implantes mamarios, el uso de antitranspirantes, y el uso de sostenes de varillas no incrementan el riesgo de cáncer de mama. Tampoco hay evidencia que compruebe un vínculo directo entre el cáncer de mama y los pesticidas. Hacer cambios en tu vida diaria puede ayudarte a reducir tu riesgo de cáncer de mama. Intenta lo siguiente:

Familiarízate con tus pechos durante un autoexamen. Familiarizarse con sus mamas, inspeccionando una vez al mes los primeros días posteriores a su regla, o en caso de ya no presentar regla, escoger un día fijo al mes, para explorar sus pechos durante un autoexamen y tomar conciencia sobre sus mamas. Si hay un cambio que es nuevo, hay bultos u otros signos inusuales en tus mamas, habla en seguida con tu oncólogo.

Consulta a tu oncólogo sobre los análisis para detección oportuna del cáncer de mama. Habla con tu oncólogo sobre cuándo comenzar las pruebas y exámenes de detección como son exámenes clínicos de las mamas y mastografías. Juntos podrán decidir qué estrategias para detección del cáncer de mama son mejores para ti.

• Si bebes alcohol, hazlo con moderación. Limita la cantidad de alcohol que consumes por día, si es que decides beber.
• Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. Ten como meta hacer 30 minutos de ejercicios casi todos los días de la semana.
• Limita la terapia con hormonas posmenopausia. La terapia hormonal combinada puede aumentar el riesgo de cáncer de mama. Habla con el médico acerca de los riesgos y beneficios de la terapia hormonal. Para reducir el riesgo de cáncer de mama, usa la menor dosis posible de terapia hormonal durante el período más corto posible.
• Mantén un peso saludable. Si tu peso es saludable, procura mantenerlo. Reduce la cantidad de calorías que consumes a diario y aumenta lentamente la cantidad de actividad física.
• Opta por una dieta saludable. Una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva extra virgen y frutos secos mixtos quizás tengan un riesgo reducido para cáncer de mama. Esta dieta está enfocada en alimentos basados en plantas, como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, y frutos secos. Las personas que siguen la dieta mediterránea eligen grasas saludables, como el aceite de oliva en lugar de mantequilla, y pescado en lugar de carnes rojas.

 

Radiación para el cáncer de mama

DR. JOSUÉ DANIEL HERNÁNDEZ RUIZ

La radioterapia es un tratamiento con rayos (o partículas) de alta energía que destruyen las células cancerosas. Algunas mujeres con cáncer de mama necesitarán radiación, además de otros tratamientos.

La radioterapia se utiliza en varias situaciones:
• Después de la cirugía con conservación del seno para ayudar a reducir la probabilidad de que el cáncer regrese en el mismo seno o en los ganglios linfáticos adyacentes.
• Después de una mastectomía, especialmente si el cáncer medía más de 5 cm o si se encuentra cáncer en muchos ganglios linfáticos, o si ciertos márgenes quirúrgicos tienen cáncer, como los de la piel o los músculos.
• Si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo, como los huesos o el cerebro.
Los tipos principales de radioterapia que se pueden utilizar para tratar el cáncer de seno son la radioterapia con rayo externo (EBRT) y la braquiterapia.

RADIOTERAPIA EXTERNA
La radioterapia externa es el tipo más común de radioterapia para las mujeres con cáncer de seno. Una máquina fuera del cuerpo dirige la radiación al área afectada por el cáncer.

Las áreas que necesiten la radiación dependen de si se ha hecho una mastectomía o una cirugía con conservación del seno, y si el cáncer ha alcanzado los ganglios adyacentes.
• Si se hizo una mastectomía y los ganglios linfáticos no tenían células cancerosas, se dirige radiación a la pared torácica, la cicatriz de la mastectomía y a los lugares (del cuerpo) de donde salía cualquier drenaje después de la operación.
• Si se hizo una cirugía con conservación del seno, es muy probable que se administre radiación a todo el seno con un refuerzo adicional de radiación al área del seno donde el cáncer se extirpó (lecho tumoral) para ayudar a prevenir que regrese en esa área.
• Si se encontró cáncer en los ganglios linfáticos ubicados debajo del brazo (ganglios linfáticos axilares), a esta área también se le puede administrar radiación. En algunos casos, el área tratada también puede incluir los ganglios linfáticos que se encuentran sobre la clavícula (ganglios supraclaviculares) y los ganglios que están debajo del esternón en el centro del tórax (ganglios linfáticos mamarios internos).

BRAQUITERAPIA
La braquiterapia, también conocida como radiación interna, es otra manera de administrar radiación. En lugar de aplicar los rayos de la radiación desde el exterior del cuerpo, se coloca un dispositivo que contiene semillas o perdigones radiactivos por un corto tiempo en el tejido mamario del área donde se extrajo el cáncer (lecho tumoral).

En ciertas mujeres que se han sometido a una cirugía con conservación del seno, se puede usar braquiterapia por sí sola (en lugar de radiación a todo el seno) como una forma de irradiación parcial acelerada del seno. Puede que el tamaño del tumor, la localización y otros factores limiten quién puede obtener braquiterapia.

POSIBLES EFECTOS SECUNDARIOS DE LA RADIACIÓN
• Hinchazón en el seno.
• Cambios en el área tratada similares a una quemadura en la piel (enrojecimiento, descamación de la piel, oscurecimiento de la piel).
• Cansancio.

 

Diagnóstico oportuno de cáncer de mama

DR. JOSÉ ANTONIO CÓRDOBA E.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer en México, siendo prioritario su diagnóstico. La radiología desempeña un papel fundamental en el diagnóstico temprano de esta enfermedad.

Las técnicas radiológicas son la piedra angular en el diagnóstico temprano del cáncer de mama debido a que, en etapas tempranas, la enfermedad no produce síntomas ni lesiones palpables durante la autoexploración.

La mastografía es el estudio de cribado que se utiliza para la detección oportuna del cáncer de mama en mujeres a partir de los 40 años y se debe realizar de manera anual. Permite visualizar calcificaciones minúsculas que se presentan como dato inicial en un 70 % de los casos de cáncer de mama.

El ultrasonido es un complemento en el diagnóstico y ayuda a valorar el tejido mamario denso, así como a esclarecer el carácter de las anomalías encontradas en la mastografía, como la naturaleza sólida o quística de una lesión, lesiones intraductales y la extensión hacia los ganglios axilares. Este es el método de imagen inicial de elección en pacientes menores de 40 años.

Con ambos métodos de imagen es posible realizar procedimientos mínimamente invasivos con ayuda de una aguja especial, se realiza un punción dirigida y se extrae una muestra de tejido, para analizar la presencia de células malignas y confirmar el diagnóstico de cáncer de mama.

 

¿Qué son los cuidados paliativos?

DRA. YOLANDA L. IRETA VELÁZQUEZ

Son el cuidado activo y total de aquellas enfermedades que no responden a tratamiento curativo, comprendiendo el control del dolor y otros síntomas. Estos nos sirven para pacientes con enfermedades de larga evolución y que no tienen cura, como:
• Cáncer.
• VIH/SIDA.
• Enfermedades del corazón.
• Enfermedades pulmonares.
• Enfermedades renales crónicas.
• Enfermedades neurológicas.

CUIDADOS PALIATIVOS Y CÁNCER
Los cuidados paliativos en los pacientes con cáncer incluyen la atención de los síntomas físicos que se puedan llegar a desarrollar durante el trascurso de la enfermedad, no solamente se enfocan en el paciente, también abarcan a la familia puesto que también son parte importante del tratamiento.

En la actualidad, los cuidados paliativos mejoran la calidad de vida del paciente, cuidando de él física, mental y espiritualmente. Deben iniciar desde el diagnóstico para mejorar la calidad en la atención y disminuir los síntomas que se lleguen a presentar, se les dan opciones a los pacientes y se permite que sus cuidadores participen en la planificación de la atención.

¿QUIÉNES CONFORMAN LOS CUIDADOS PALIATIVOS?
Un equipo donde trabajamos con el objetivo de obtener el mayor bienestar para el enfermo, mejorar su calidad de vida y la de su familia. También se prepara a pacientes y familiares para afrontar la pérdida y elaborar el duelo posterior de manera normalizada, intentando facilitar el camino a toda la unidad familiar.

 

Consideraciones anestésicas en el paciente con cáncer

DR. HÉCTOR IVÁN SUÁREZ CÁZARES

El cáncer está reconocido como un importante problema de salud pública debido a la alta frecuencia de casos, a su impacto económico y a su trascendencia social. El paciente oncológico es similar a cualquier otro, pudiendo tener alteraciones fisiológicas sobre cualquier aparato o sistema del organismo, pero es importante considerar en el paciente con cáncer el tipo de neoplasia que lo afecta, su extensión y el régimen terapéutico empleado para controlar el tumor (cirugía, quimioterapia y/o radioterapia).

La posibilidad del tratamiento quirúrgico implica cirugía radical de gran duración y pérdida sanguínea importante. Esto someterá al especialista a duras pruebas de habilidad y conocimientos para poder elegir la técnica anestésica ideal para cada caso en particular; encontrando dificultades durante la inducción, intubación, mantenimiento, emersión y el control postoperatorio inmediato.

Considerable número de estudios han reportado que la técnica anestésica aplicada durante la cirugía oncológica puede ser un factor que afecte la recurrencia y metástasis del cáncer. Esto nos hace pensar en el efecto que la técnica anestésica o las drogas específicas utilizadas durante la anestesia alteren la respuesta inmune y la biología celular del cáncer.

El 90 % de las muertes relacionadas con el cáncer son debido a la progresión de la enfermedad, a las metástasis y no al tumor primario. Por ello, prevenir la inmunosupresión en el período perioperatorio toma particular importancia, ya que esto permitirá detener o por lo menos retrasar el crecimiento tumoral en este período de alto riesgo oncológico.

El paciente con cáncer que va a ser sometido a un procedimiento anestésico debe considerarse como un paciente de «alto riesgo»; tendremos que enfrentar como anestesiólogos a pacientes con tumores incipientes o con enfermedad oncológica avanzada.

Es así que los conocimientos deben ser amplios y la experiencia en el manejo de estos pacientes será importante para la buena evolución de la cirugía y la disminución de riesgos perioperatorios. Los procedimientos quirúrgicos radicales implican un reto sobre qué técnica anestésica utilizar; habrá que considerar si se utilizan opioides o no, cuándo y cuánto transfundir, el manejo de la vía aérea difícil, la interacción de medicamentos anestésicos y drogas de quimioterapia, así como la radioterapia pre o transoperatoria.

El anestesiólogo debe tener un conocimiento claro de los agentes antineoplásicos, sus alcances terapéuticos, la trascendencia de la interacción con las drogas anestésicas y sus efectos tóxicos. La técnica anestésica ideal para el manejo quirúrgico de estos pacientes deberá fundamentarse en el conocimiento estricto de las condiciones generales del paciente y la cirugía por realizar.