ES EL AZÚCAR Y LOS ALIMENTOS PROCESADOS

POR AleTorres Coach en cambio de hábitos, mamá bloguera, comunicóloga y alumna del Centro de Kabbalah México

De unos años para acá y con el aval de un sector de la ciencia, lo “gluten free” o “libre de gluten” se puso de moda y miles de personas han renunciado a él, sin ser diagnosticados con celiaquía.

No por nada, últimamente, algunos médicos optan mejor por indicar a quienes tienen padecimientos un tanto crónicos, que saquen el gluten de sus vidas y ¡listo! Todo empieza a mejorar, casi, como por arte de magia. Entonces canalizan las culpas al pobre pan que con tanto gusto se comían por las mañanas, tardes, noches y cada día de la semana.

Así, una vez que se ha dejado de lado al pan, el siguiente paso es SUSTITUIR ese espacio creado por la costumbre de comerlo y ahí vamos, ávidos y hambrientos de saborear algo que se le parezca, sin importar qué otros ingredientes tenga, mientras no veamos en la lista al “malvado gluten”. Pasa el tiempo y empiezan a surgir los padecimientos que se habían ido. ¿Pero qué pasó, si ya no como gluten? He aquí una posible respuesta: No es el gluten, sino el azúcar, los alimentos procesados y otra cosa muy importante: los aditivos.

El problema real, en efecto, hay estudios científicos que afirman que el trigo es veneno y los granos son malísimos. Pero hay otros que dicen que son muy buenos. ¿A quién le hacemos caso?

¿Les digo mi respuesta? A todos y a ninguno. Informarnos e investigar nos ayudará a tomar mejores decisiones, pero conocer nuestro cuerpo, ponerle atención y saber encontrar el “punto medio” entre “lo que sí y lo que no” es lo que más nos va a funcionar. Recuerden que lo que es bueno para unos, puede ser veneno para otros (ayurveda dixit).

En el libro “Reconcíliate con el pan”, el Dr. John Douillard, asegura que el problema real es la incapacidad que la mayoría de la población tenemos, para digerir los alimentos complejos, gracias a los alimentos procesados, pesticidas y contaminantes en qué basamos nuestra dieta. Todo eso destruye nuestros microbios y enzimas que ayudan a desintegrar nada más y nada menos que al gluten.

Gracias al gluten, podemos disfrutar de un pan suave y esponjoso. Pero, en efecto, su excesivo consumo y nuestra dieta deficiente, han sido factores determinantes para que nuestro cuerpo diga “Ya no más, al menos por un tiempo”.

COMER O NO COMER GLUTEN, HE AHÍ EL DILEMA.
Haciendo a un lado a personas con enfermedad celíaca o alérgicas al trigoque no tienen otra opción, para que su vida no corra peligrolo cierto es que evitar el gluten es un buen inicio para ayudar a retomar el control de la salud del cuerpo y recuperar la capacidad de quemar grasa como combustible y no el azúcar, cosa que el 90% de las personas no podemos hacer.

¿Dije azúcar? ¡Pero el azúcar no contiene gluten! Pues no, pero hace un daño peor: silencioso y mortal. Para quienes creen que el pan es el que engorda, perdón, pero difiero. Lo que engorda es el exceso de azúcar, de harinas refinadas y grasas malas que desayunamos, comemos y cenamos. ¿Tienen idea de cuánto pan de este tipo han estado consumiendo en su vida?

No podemos culpar a un sólo ingrediente de nuestro estado de salud y de nuestra capacidad de digerir. El secreto está en nuestros hábitos, en ser conscientes de lo que comemos y en llevar una dieta estacional y variada.