POR Aarón Andrade Ramírez

30 años haciendo radio

Se reconoce como un amante de los cómics de la época de plata, un coleccionista de historietas mexicanas, revistas de rock, casetes, discos de vinil y discos compactos, un artista gráfico surrealista que en ocasiones imparte algunas asignaturas humanistas ya que cuenta con una licenciatura en filosofía y eventualmente ejerce cuando la radio le provoca un desdén, pero la locución es y seguirá siendo su vocación real.

Nació en 1969 en la capital colimense aunque le gusta pensar que tiene otro origen; cuenta con seis hermanos varones y dos mujeres, siendo Erick el único dedicado a la radio; su papá era Gustavo Guzmán, oriundo de Mazatlán, quien murió en 1997 y su mamá, la señora María García, quien afortunadamente vive y proviene del municipio de Pihuamo, Jalisco.

Erick Guzmán es un individuo que no tenía novias pero tenía muchas estaciones de radio con las cuales coqueteaba al iniciarse la década de los setentas en el estado de Colima, escuchaba radionovelas que se transmitían por estaciones de amplitud modulada ya desaparecidas como: RCN y RL. “ambas estaciones transmitían radionovelas que a mí me gustaban mucho con las voces legendarias de esos personajes y artistas de la radio de la época de oro, supervivientes de ese gran período que tuvimos en México”.

Indiscutiblemente la línea de las radionovelas y el audio de las caricaturas de ese tiempo son los que de alguna manera estaban delineando y decidiendo una aventura que comenzó fomentada por su gran amigo Sergio Briceño, sobrino de un hombre muy importante de la radio en Colima, como lo fue Mario Briceño Estrella.

En 1989, Erick se atrevió a llevar un demo elaborado en una radiograbadora, así se presentó a la entrevista en una de las oficinas que tenía Promo Levy, ubicada en Plaza del Rey. Después de cuatro días fueron a buscarlo a su casa para invitarle a platicar con el señor Roberto F. Levy quien le comentó que su voz tenía una clasificación de barítono, y que era apto para hacer muchas cosas especiales en la radio, pero que si quería ingresar tenía que seguir estudiando.

Terminó la secundaria nocturna en 1991 a los 22 años de edad, siendo este certifider entrar a la radio AM. Para presentar un examen de categoría B. Y para los que querían trabajar en estaciones de FM o televisión se requería que tuvieran el bachillerato terminado y con ello solicitar el examen de locución y obtener un certificado categoría A.

El primer programa de radio de Erick Guzmán se llamó Poder Juvenil y se transmitía los sábados de 12 a 2 de la tarde, el conductor de base en esa estación era Ramón Alberto, el conocido güero Vázquez, Erick entró como locutor de apoyo con él y eso fue a finales de los 80 ́s.

“En el año de 1989 yo empecé a laborar para Grupo Radio Colima o Radio Levy, en ese periodo me quedé haciendo labores de oficina propias de una estación de radio, pero lo que más me gustó es que desde antes yo empecé a grabar publicidad; el primer comercial que grabé para la radio de Colima fue para Nissan, es decir, no fue cualquier comercial y se lo grabe en junio del 89. Por el gusto que tuvo el señor Roberto Levy para mi voz comencé a grabar toda la imagen auditiva de la estación que en ese momento transmitía en el 1470 de AM. La estación juvenil del grupo que se llamó Radio Festival”.

LA LOCUCIÓN

“La locución sigue siendo mi vocación real, podrá haber otras, pero la radio para mí es el 90% de lo que puede definirse como Erick Guzmán. Es una bocanada de pastel para mi ego que nunca me he querido tragar y que me ha permitido codearme con los grandes locutores de la radio”.

Para Erick Guzmán la locución no ha sido indiferente, ni ha podido ignorar las exigencias del mundo contemporáneo, del mundo del entretenimiento. “Antaño las voces de la radio eran muy bien seleccionadas por que la sociedad era ortodoxa y de buenas costumbres, la radio buscaba fomentar eso, la educación tradicional de un pueblo mexicano y las condiciones para ingresar al medio eran casi siempre por características propias, poniendo especial énfasis en la selección de las voces muy bien trabajadas pero con el único defecto de ser voces engoladas, exageradas en su entonación”.

 

En la década de los noventa hubo un fenómeno nacional que transformó inclusive la tipología del locutor, la llegada de la música grupera a la Frecuencia Modulada. “Anteriormente a esta radio no cualquiera podía entrar, las voces eran muy bien seleccionadas, pero con la llegada de la popularización del formato grupero a la radio mexicana llegaron personajes que no tenían la preparación, ni el respeto hacia la gente; pero ese tipo de radio tuvo tanto éxito que obligaron a los viejos radiodifusores a sacrificar los formatos finos que se tenían para convertirse en estaciones populares con locutores que eran todo menos locutores cultos”.

“Las empresas radiofónicas viven de la cantidad de anunciantes y de la audiencia, pero se están homologando todos los conceptos y no le están dejando opción al escucha de elegir tal o cual formato al uniformar todas las estaciones de radio y están acabando con las audiciones que quieren escuchar cosas distintas”.

“La radio es una de las cosas valiosas que todavía tenemos para seguir sintiéndonos menos vulnerables y menos solos cuando los demás nos abandonan o cuando buscamos la soledad, la radio debe seguir siendo eso que un colega describió como: la soledad compartida”.

RADIO LEVY

Radio Levy es más de lo que cualquiera pudiera pensar que significa para Erick Guzmán, son 79 años de comunicar, de entretener y ayudar a crear una identidad a este pedazo de tierra entre el mar y los volcanes.

Para Erick Guzmán significa haber perdido a su nave nodriza, con esta radio navegó y sobrevoló Colima por 30 años casi ininterrumpidos. “No veo a pesar de que me gustaría ser optimista que un grupo pueda, ni quiera, ni tenga con que acercarse un poco a todo lo que le dio al estado de Colima una estación como Radio levy”.

“Es la gente la que está perdiendo no a un medio de comunicación, a una familia que hizo lo que tenía que hacer por seguir llevando, comunicación, entretenimiento, identidad, alegría, voces, programas de los cuales es muy difícil que la gente pueda olvidar. Estoy seguro que pasará el tiempo y seguirán hablando por lo menos otros 50 años de lo que fue Radio Levy, yo me siento desolado, porque por el mismo dinamismo de la industria puedo decir que me hubiera gustado desaparecer con Radio Levy”.

Erick Guzmán tuvo la oportunidad de conservar su esencia mientras estaba al aire en las cabinas de la prestigiada estación colimense. “Como podría haber convertido mi nombre en algo significativo para algunas personas que inmerecidamente piensan que yo significo y valgo algo para la radio de Colima si no me hubiera alineado a la disciplina de los Levy”.

“Radio Levy desaparece porque implícitamente no pudo evitar lo que  ningún ser vivo podrán evitar, el término de un ciclo”.

Si alguien vivía la Radio 24 horas al día ese fue Dorian Levy mencionó Erick Guzmán. “Mi comandante en jefe y todos deberían de tener respeto al escuchar el nombre y apellido de Dorian Levy. Porque nos dio una radio que difícilmente veo pueda volver, en Colima se ha perdido algo que no sé por dónde se podrá recuperar. Todo ciclo tiene su fin y no hay manera de evitarlo”.

EL BÚNKER GUZMANESCO

“Yo creo que las cosas que tengo de música relacionadas con el rock me extrañan cuando no estoy, y es recíproco porque yo no quiero estar fuera de ese lugar que es tan Guzmanesco, un lugar en donde hay, aunque no se toquen, unos mil LP, donde hay otros mil cassettes, todos grabados con emisiones de radio viejisimas de los años 40’s, donde hay muchas radiograbadoras de los años 80’s, donde hay muchas revistas y libros de arte, muchos comics y mucha historia que ha sido mi principal sustento para hacer radio, mi guía. Yo siempre estoy conectado con la música, rodeado de ella y objetos musicales en sus múltiples formatos”.

EL ARTISTA GRÁFICO

Su gusto por el arte vinculado con el rock comenzó con una fotografía que vio cuando estaba en cuarto grado de primaria en 1879, cuando en el receso un compañero llevó una revista en blanco y negro que se llamaba Notitas musicales. “Lo primero que me atrajo fue una foto con unos individuos greñudos con la cara pintada de una manera extraña que no sabía que eran, parecían súper héroes pero estaban dentro de una revista de música y mi curiosidad natural fue preguntarme quienes eran, la respuesta fue Los Kiss”.

Tiempo después cuando Erick conoce la música de John Lennon y empezó a coleccionar revistas de rock, aparecieron Los Kiss entre las páginas de una de ellas, convirtiéndose en su banda grande Kissmaniaco de esos cuatro años, gracias a esa primera fotografía que vi en la revista de Notitas musicales. Y de ahí inicia de menos a más mi gusto por el arte gráfico”.

“Me identifico mucho con el surrealismo de los años 20’s, 30’s y 50’s, principalmente de Salvador Dalí y René Magritte, lo que yo he hecho gráficamente sin siquiera proponérmelo es el surrealismo”.

TRES DÉCADAS DESPUÉS

“He cambiado mucho en mi forma de hacer radio, durante la mayoría de estos 30 años, me ocupé mucho de cómo sonaba el mensaje en mi locución, que mi voz sonara agradable, sensual. Pero ahora no me importa, porque vale más para mí el efecto de lo que digo, que el cómo suena, ahora me importa más el mensaje y efecto de quienes me escuchan que seguir engolando la voz”.

Él seguirá a pesar de todo con su formato de los clásicos, porque no sólo es la música, es además la audiencia que le sigue y es el locutor que se identifica con los grandes clásicos de la radio colimense. Es una triada natural y lógica que seguirá tratando de comprender lo que la nueva emisora de audiorama y los nuevos proyectos traigan para estar en frecuencia.

“El Erick Guzmán que debería ser recordado es un Erick rebelde, propositivo, rockero, a veces filósofo, soberbio pero con fundamento, y con la nobleza y la tranquilidad cuando se requería, alguien que nunca hizo radio cuando no estuvo conforme con los formatos que quisieron imponer, alguien que todavía hoy es capaz de decir no. Porque desde hace ya varios años no acepto ninguna otra directriz que no sea ser feliz en lo que hago”.