Se encuentra ubicado en el jardín de San José en el centro histórico de la capital colimense, un lugar tranquilo, espacioso y agradable que ofrece a sus comensales una arquitectura clásica con toques rangelianos, donde además se puede disfrutar un amplio menú con bebidas y platillos emblemáticos de la gastronomía mexicana.


Ma de los Ángeles Virgen García, encargadadel personal en el restaurante, explicó: «El nombre del restaurante nace porque en este lugar existía una higuera muy grande que daba una sombra muy bonita junto a un riachuelo y lo que se conocía también como un ojo de agua, anteriormente la gente acudía al lugar para refrescarse y llevar agua a sus casas, y se creó la tradición de comentar: ¡Vamos al charco de la higuera!, es por ello que tomamos el nombre para continuar con esa tradición, pero ahora no solo vienen a refrescarse, también a disfrutar de los alimentos que ofrecemos».

Las circunstancias de la vida regresaron a su tierra a la señora Guillermina Sánchez García y a su familia, que después de años fuera de casa volvieron y decidieron dar apertura a un lugar que actualmente es un referente de la comida colimense, un sitio obligado a ser visitado por los turistas y locales para disfrutar de los manjares que esta tierra ofrece.

Ambientando con una exposición permanente de máscaras de Suchitlán y una muestra fotográfica que da cuenta de la tradición y esencia del devenir histórico de Colima, “El Charco de la Higuera” es un muestrario de los aromas, sabores y tradición que nos dan identidad.

El sazón es heredado, por ello iniciaron el restaurante con las recetas de la señora Juana García, madre de las propietarias, con el tiempo el menú fue creciendo y ahora se pueden encontrar desde los chilaquiles colimotes, hasta una buena carne asada, cortes finos y un poco de mariscos, pasando por el tatemado, el chilayo, los chiles en nogada y bebidas como la tuba, el tejuino y el bate.

«Nos sentimos orgullosas y felices por ver cómo ha crecido este espacio, que se mantenga de pie con todo y la pandemia, con sus altas y sus bajas, como todos los negocios, afortunadamente el apoyo de los clientes locales nos permite permanecer pero además tenemos clientes de Zacatecas, de Monterrey, de San Luis, gente que viene de otros lugares y que regresan con nosotros, eso nos genera mucha satisfacción, se siente muy bonito cuando nos dicen que el sabor de la comida les recuerda al de la abuelita o al de mamá, es una emoción muy grande porque sabemos que estamos cumpliendo con el objetivo del restaurante».

«La gente que trabaja en el restaurante es parte importante y fundamental para nosotros, por ello los tratamos con respeto y buscando que ellos puedan replicar lo mismo con los clientes».

Es la nueva generación, los hijos Rodrigo Cid Velasco Sánchez y Tania Gpe Gaona Virgen son los que se encargan del rumbo y la publicidad en las redes sociales, «ellos entienden mejor los conceptos digitales, las redes sociales y las nuevas aplicaciones, por eso siempre están pendientes para ver qué novedades podemos implementar para mejorar el servicio y continuar con el legado».

Ir al Charco de la Higuera es más que disfrutar un buen desayuno, comida o cena, llegar ahí es convivir, charlar y conocer un poco de nuestra tradición, nuestra esencia y nuestra vida