«La disciplina es la parte más importante del éxito»

Truman Capote

 

Decía Rosaura Barahona (1942-2017) que la responsabilidad era el valor más doloroso de enseñar, porque una falta de responsabilidad debía tener consecuencias. Lo que procede ante una falta a la responsabilidad, es un correctivo –leve o severo, dependiendo la falta–; con sus debidos efectos.

La disciplina corre a un lado de la responsabilidad. Es la herramienta que hace posible el logro de nuestras responsabilidades. Así pues, apoyando lo que la señora Barahona me dijo hace unos años mientras viajábamos en auto de Guadalajara a Colima: la disciplina es también dolorosa de enseñar; pero debemos verla de otra manera.

Se aprende, como la mayoría de los valores, desde casa; ya en la edad madura, somos disciplinados por elección o por coacción, es decir, nos disciplinan. Ninguna es mala. Convergen para un bien común, para armonizar y lograr metas arduas.

¿Saben cuál es el estilo de liderazgo más común en las empresas? Les dejo esa tarea.

Contemplemos pues a la disciplina desde otra manera menos desfavorable. No debe ser estigmatizada como la parte oscura del desarrollo humano. Hay que cambiar la manera en cómo la vemos; de ninguna manera buscamos que el término tenga una connotación que raye en la violencia, dejemos a un lado eso.

En los negocios, este valor es un factor clave. Puntualidad es disciplina, respetar normas y políticas, ejecutar todos los pasos necesarios para llegar a un fin; todo esto es disciplina. A mayor disciplina, mejores resultados.

Fuera del trabajo, al hacer ejercicio, en las labores domésticas, al ejecutar un instrumento, dominar un arte o un deporte, en el ahorro, en el estudio; ahí debe estar siempre presente la disciplina.

En resumen, la disciplina autorregulada o por imposición, es una virtud que busca el bien común, es así que, en lo colectivo, nos entrena para vivir en sociedad; y en lo particular, para alcanzar metas a nivel personal, por ejemplo: mejorar la salud; en lo laboral, mayor productividad, y en lo académico, un mejor aprovechamiento. Solo falta agregar que, la mejor manera de enseñarla, es con el ejemplo.

¿Qué ejemplos de disciplina das a los demás?

Hasta pronto. 

 

Sergio Ursúa 

Equipos de Poder 

Director general 

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