POR FÁTIMA GARAY

Conocer la ex hacienda del Carmen es un imperdible, sobre todo para los amantes de los lugares que se escapan de lo ordinario.

Ubicada en la avenida Miguel de la Madrid #25, de la colonia Residencial Bosque Real, en Villa de Álvarez, Colima, reside la Ex hacienda del Carmen. Se trata de uno de los lugares más mágicos y misteriosos de Colima y que, sin duda, todo amante de lo extraordinario debería conocer.

Visitarla es toda una experiencia. Basta con admirar la arquitectura de su fachada, el estilo del jardín y los detalles de la capilla. Sin duda, contemplar la parte central de este espacio es para enamorarse de este destino.

Francisco Zaragoza de la Fuente es el actual dueño de este inmueble. Cuenta que su construcción inició durante el siglo XVIII luego de que un español diera la orden de crearla. La propiedad creció de una manera significativa ocupando casi 500 hectáreas de la zona y produciendo productos como maíz, calabaza, frijol, jitomate y chile.

Años después la locación fue vendida a la familia del que sería el ex Presidente de la República, Miguel de la Madrid. La hacienda tenía todo lo que debía poseer una gran hacienda. Se había diseñado como un casco poblacional que tenía la Casa Grande donde vivía el hacendado, otras casas para que habitaran sus allegados, jardines e incluso, una capilla.

“Por estos pasillos corrió el ex presidente Miguel de la Madrid. Después él se la ven- dió a mi papá en 1961 y él se encargó de restaurarla ya que había sido abandonada varios años”.

A partir de entonces esta locación, que actualmente mide cuatro mil metros cuadrados y cuenta con 16 habitaciones, se convirtió en museo de reliquias únicas como vestimenta o carruajes de época, salón de eventos así como la actual sede de la Secretaría Estatal de Turismo.

Para adentrarse a la ex hacienda hay que hacerlo con permiso de los guardias de seguridad ya que actualmente se encuentra la dependencia estatal. Francisco Zaragoza señala que algunas de las habitaciones poseen una frialdad que contrasta con la calidez característica de Colima y que nos hace pensar que estamos en un lugar un poco embrujado. Algunas personas afirman haber visto a una persona, con aspecto fantasmagórico, caminar por los pasillos.

“Yo en lo personal siempre he tenido una sensación de sobre- salto en la sala conjunta a la capilla. Cuando yo la restauré con un pico se dañó una parte de una lápida, si veías hacia abajo encontrabas un féretro. Yo la verdad no sé quién está ahí ni quiero saberlo”.